domingo, 2 de agosto de 2009

Cuestiones de la soltería...

Existen fenómenos inexplicables cuando uno está soltero, solo, sin enamorada, novia, o esposa, ni siquiera posible víctima. El mundo se vuelve un lugar extraño, primero porque estabas acostumbrado a andar con tu media naranja, costilla, flaquita, o el sobrenombre que quieras, y eso te obliga a acomodarte a una nueva situación, un contexto distinto que no tiene piedad ni toma en cuenta tu rollo emocional.

Peor si tu ex era agraciada y tenía una personalidad de “puta madre”, se llevaba bien con todos y ahora la extraña hasta tu perro; pero no te queda opción, se acabó y volteas a ver a tus amigos, aquellos fieles especimenes que estuvieron solteros mientras tú te hacías negar para no salir con ellos, tratabas sin éxito de juntarlos con las amigas de tu ex, o los plantabas porque a ella le dio una rabieta. Siempre te recibirán con los brazos abiertos hasta que encuentren novia y te hagan lo mismo. Salen en grupo de puro hombre, bien machos a iniciar la cacería, lo triste es que normalmente terminarán medio ebrios y solos todos, tú pensando en que la extrañas y que ninguna de las presentes está a su “altura” (pero nunca lo vas a decir en voz alta), ellos puteándote por dentro porque dejaron a su “calentado” para acompañarte, o se perdieron de alguna fiesta a la que no podían llegar con tanta gente. Es inútil, salir solo no es lo mismo.

Las mujeres huelen la desesperación, saben que has dejado de ser “deseado” por tu ex, eres un plato masticado y escupido. Cuando estabas con ella podrías haber trampeado, algunas te perseguían, se acercaban, coqueteaban, tus amigas te llamaban para salir, se organizaban fiestas y reuniones cada semana a las que estabas gentilmente invitado pero que pocas veces podías asistir, y si lo hacías llegabas con “lonchera” (pareja). Tenías varios objetivos fijos a los que jurabas amor eterno ni bien terminaras con tu enamorada, una vez que eso sucedió encontraste que varias estaban con novio, algunas embarazadas, otras no te quieren ver ni en pintura porque no quieren ser el premio consuelo, y algunas simplemente te ven menos interesante.

Acéptalo, tienes que buscar nuevos mercados. Camino difícil por cierto, para esto las mujeres evolucionan, ya no les interesa lo mismo que antes, debes aprender de nuevo cómo “hacerla”. Te va a costar mucho económicamente hablando, pero claro, ahora que estás soltero tienes algo más de dinero porque te dedicaste a trabajar. En mi caso específico es gracioso, tanto tiempo “misio” y mi sueldo empezó a ser aceptable, pero ya no tenía con quien gastarlo; empecé a disponer del auto, pero ya no tenía a quién llevar; empecé a tener más tiempo libre, pero ya no tenía con quién pasarlo; y para cerrar con broche de oro, hace poco me gané un fin de semana con todo pagado a las Dunas, en Ica, ¡y adivina qué! ¡Exacto! No tengo con quién ir.

Más allá de estas ironías, el mundo del soltero es un tanto complejo, la ansiada libertad se puede convertir en soledad, hay que manejar bien el asunto. Hace poco conversaba con alguien soltero también, me dijo “quiero ir a muchos lugares, pero no quiero ir solo”, es que si no es tu pareja nadie más te va a aguantar de la misma forma, acompañar a alguien no siempre es sencillo. Empiezas a ir al cine solo, no sé qué diablos tiene la gente que está casi obligada a ir en pareja lo cual hace incómoda la estadía en el lugar, fácil te haces el loco y finteas que tu acompañante está en el baño hasta que apagan las luces. Al teatro es más cagado todavía, peor si te gusta ir a museos, o simplemente sacar al perro al parque.

Te quieren buscar pareja, esa es otra nota, tus amigos y amigas están detrás de candidatas o candidatos, determinando si en verdad no eres gay. Claro, como no tienes pareja la gente en la chamba te alucina, se preguntan por qué asistes solo a todo lado y no miras a las mujeres. Tú no las miras para que no te alucinen “arriola” y luego no te hagan caso, pero eso no lo entienden. Vas a comprar ropa con un pata ¿si o no David? Y es realmente gracioso cuando sale del vestidor y te pregunta “que tal me queda”, las miradas de todo lado se posan en ustedes, y como sabes que no le queda bien das tu acertada opinión “mejor te queda el verde”.

Comprar perfumes con tu pata tampoco se ve muy bien, con el mismo David terminamos probando distintos perfumes. Sí, el me olía a mí y yo a él, la escena era un tanto pintoresca. Salimos con mi adquisición del centro comercial, una bolsita de colores dudosos balanceándose en las manos y apestando a varias cosas los dos.

Es bueno pasar por varias etapas, cada una tiene sus pros y sus contras, no me quejo de la soltería y no me gustan aquellos que no pueden vivir solteros, saludable totalmente vivir sin pareja un tiempo, aunque más saludable es practicar el sexo diario creo.