martes, 14 de diciembre de 2010

Feliz Cumpleaños a ti


Para muchos es el día más feliz del año, se celebra tu llegada al mundo, tu grato nacimiento, el comienzo de los problemas financieros de tus viejos y el aumento demográfico para ahondar el grave asunto de la sobrepoblación mundial. Pero eso es lo de menos, se supone que festejamos el gusto de tenerte cerca y acompañándonos doce meses más. Que yo sepa esa es la razón de la festividad ¿no?

No es que sea aguafiestas, pero siempre me pregunté por qué se felicita a alguien por su cumpleaños, comprendo que mantenerse vivo puede ser un gran mérito (sobre todo en Lima con tanto loco suelto) pero más allá de eso uno no se esfuerza demasiado, en muchos casos se debería felicitar a la familia, a la esposa, o a los amigos, entre otros afectados, por seguir aguantando al cumpleañero durante tanto tiempo.

El día de tu onomástico eres el rey, se cumplen todos tus deseos y caprichos, lo que ordenes será obedecido, siempre y cuando tengas a alguien dispuesto a hacerlo (en mi caso no aplica), aunque también suceden situaciones incómodas, graciosas, y la mayoría de veces muy reconfortantes. Cuidado con lo pidas agasajado, no te vayas a exceder, lo común es que te cocinen o acompañen a comer lo que más te gusta, lo que no es tan común es que te lleven a un night club y te paguen la noche con la chica que elijas, menos común es que hayas elegido a un travesti y tengas que salir corriendo (es un hecho real que le pasó a un buen amigo, mantendré su identidad en secreto para no manchar más su ya caída reputación).

La forma de celebrar varía mucho mientras vas creciendo, el primer año nunca lo entenderás, probablemente sea el día más fastidioso de tu corta vida, la bulla, la gente, los payasos y etcétera de cosas pueden crearte ciertos traumas. Finalmente te vas a dormir agotado (luego de dos horas) y los que se quedan en la reunión son los viejos. Luego vienen lindas fiestas con bastante gelatina y canchita, shows de títeres, magos, y también las recordadas cajitas felices de los restaurantes de comida rápida (las más fichas del barrio por cierto).

Aproximadamente a los 11 años ya no querrás más coronitas de cartón y música infantil (Nubeluz en mi época), ahora vas a querer un “tono con luces” y bastante música de moda (felizmente no tengo hijos en tiempos de reggeatón). Tu fiesta servirá de escenario para varias parejas de púberes adelantados, muchos de los cuales no se atreven a romper la barrera de “hombres a un lado y mujeres a otro”, teniendo que ser obligados a bailar por los padres presentes. Los más malos estarán intentando fumar un pucho afuera (compartido entre 20) y los demás estarán intentando que alguna chica les haga caso ¿Cómo cambia la dinámica no? Obviaré los quinceañeros porque es otro rollo.

Ya a eso de los 17 empezarán los cumpleaños que no recuerdas, no los recuerdas porque estuviste ebrio casi todo el tiempo y creías que era la mejor manera de celebrar tu llegada al mundo, destruyéndote con alcohol. Probablemente no te equivocas, quizás no sea la mejor manera, pero es muy divertida. En esta época conoces a nueva gente porque ya saliste del colegio, así que en tu casa podrían aparecer personas que nunca has visto ni volverás a ver en tu vida, pero a las que puedes jurar amistad eterna con un ron en la mano.

La manía de las mujeres por asistir a discotecas suele acaparar las “listas” para entrar sin pagar, claro, con las restricciones del caso, la lista es hasta las 11 y 30, pero si llegas antes de las 11 te verán como a un loser; mayores de 21 años, a menos que seas una chica muy escotada o tengas cara de tío; camisa y zapatos (no recuerdo lugares donde esto se cumpla ¿cómo se nota que ando en Sargento no?); pero la más importante es no ser feo, porque si eres feo te aplican todas las leyes y varias más que no conocías (ya recordé por qué voy a Sargento).

Cuando ya creces y trabajas es bastante probable que tu cumpleaños caiga en día laborable y estarás sentado en la oficina la mayoría del tiempo, ahí sí nadie cumple ni tus deseos ni tus caprichos, lo máximo a lo que puedes aspirar es que te dejen llegar un poco más tarde luego del almuerzo en tu nombre, el que por cierto tendrás el gusto de no pagar. Un punto jodido es cuando recién llegas, primero mucha gente te saluda porque tu sitio está adornado con globos multicolores y serpentinas, además que en la lista de cumpleaños del día aparece tu nombre con tu carota invitando al saludo de toda la empresa, acá personas que nunca has visto se acercarán y no sabrás cómo reaccionar. Por otro lado, también está el incómodo momento en el que casi nadie se acuerda y no te saluda ni el portero cuando ingresas al edificio, encima debes informarle a tu jefe que es tu onomástico para que se digne a insinuar que puedes salir más temprano.

Hay gente que no entiende que las fiestas sorpresa son eso: “sorpresa”. Son pura iniciativa de aquellos que tienen ganas de hacer algo sin que lo sepas para que pases un momento agradable. Pero organizarse un evento uno mismo y al ingresar poner cara de absoluta ignorancia, no es normal. Frases como “si quieres organizarme algo sorpresa, puedes hablar con tal” o “te invito a mi reunión, entras a las 8, te escondes con todos y esperas a que yo llegue para que grites ¡Sorpresa!” no tienen lógica. Casi nunca el agasajado será realmente sorprendido, siempre hay quien mete la pata.

Al final te cantarán “Happy Birthday”, canción que ha degenerado en “sapo verde” y tantas otras conjugaciones con palabras que suenan igual, es una canción en inglés y no tengo idea de cómo llegó al país, convirtiéndose en un canto tan popular que se vuelve infaltable. Siempre me he preguntado qué hace el cumpleañero mientras todos canta ¿canta también? ¿solo aplaude? ¿se queda parado sonriendo? es un misterio que debo resolver. No sé a quién se le ocurrió el asunto de hundir tu cara en la torta malogrando tan delicioso postre sin razón ni motivo alguno, estos actos vandálicos hacen pensar mejor a aquellos que buenamente te compran un pastel porque quieren verte engordar a través del chocolate o el chantilly.

Al día siguiente de tu cumpleaños es un día normal, un lunes cualquiera Zavalita. Gracias al Facebook te pueden saludar sin gastar en llamada, los 400 contactos que tienes te reventarán el muro y la bandeja de entrada, eso es interesante, te saludan hasta aquellos contactos que no tienes idea de cómo llegaron ahí. Entonces, al día siguiente tendrás que limpiar la bandeja. No solo eso, si tuviste regalos los disfrutas, si nadie te dio nada, te los compras solo. Aunque debes celebrar el regalo más bonito de todos: seguir vivo, aunque no hayas hecho ningún mérito, sigue siendo un regalo.