“Puta huevón”. Pronunciado con todas sus letras, no el clásico “ta ón”, se usa cuando el emisor masculino busca dar énfasis a ciertas noticias o hechos que deberían causar sorpresa al receptor también macho, en otras palabras para el chisme entre hombres. Ejemplo: Puta huevón es que no sabes, no sabes cómo esa flaca se agarraba al broder, y tenía una faldita que, puta huevón, no te imaginas.
También denota desánimo o desgano, solo que con otra entonación, algo más largo, “puuuta hueevón”, arrastrando las palabras como arrastras tus pies en ese momento. Uno debe apoyar la idea con la expresión del rostro, reflejar derrota o las ganas de hacer nada. Ejemplo: Puuuta hueeevón, no sé que voy a hacer sin chamba, voy a tener que volver a pedirle prestado a mis viejos, a mis tíos, a mis hermanos, a mis amigos - Pero busca otra chamba rápido - Es que puuuta hueevón, por ahora no tengo ganas, sigo deprimido por el despido.
Lo interesante de esta frase es que no entiendo qué tienen que ver una puta y un huevón en el asunto, quizás las prostitutas den énfasis a ciertos aspectos de la vida de un hombre, de repente los huevones (les debe pesar, si tienen algo más grandes que los demás es lógico) son excelentes para describir ciertos momentos en los que estás “bajoneado”, aquellos instantes en los que te pesa más la vida.
“Ya, escúchame”. El uso de esta frase se ha extendido entre las mujeres de Lima como la maldita gripe que nos tiene o ha tenido a varios en cama este invierno. Entiendo su necesidad de que les presten atención por sobre todas las cosas, entiendo que muchas veces quieren ser las únicas en el universo y que su ego no permitirá admitir más opiniones que la suya, pero exageran un poco más de lo debido creo.
Muchas veces no hay nadie más a kilómetros a la redonda, no hay otro sonido perceptible e identificable, pero ellas lanzan esta frase para asegurarse de que todos tus sentidos están alertas para ellas, y te cagan, te cagan porque no tienes escapatoria, en serio captan todos tus sentidos. Claro, ellas no se dan cuenta de que divagan solitas, pierden el foco de lo que dicen y para volver a la idea principal se ven obligadas a exigirte a ti que las escuches, claro, para esto tú también te perdiste y estás divagando en otro lado.
Las mujeres no entienden que nosotros omitimos gran parte de los detalles y nos enfocamos en lo simple de la historia. Por ejemplo, si el chico que te gusta te invitó a salir, esa es la noticia que puedes compartir, “oye, X me invitó a salir”. Lo que suele pasar es algo como esto, “oye, te cuento, ¿te acuerdas cuando Z me llamó hace unos días para contarme que X me tenía que decir algo? Bueno, yo estaba medio molesta porque la perra esa de la amiga de J había estado mirando a X muy seguido, entonces consulté con M y ella me dijo que la perra era así con todos, que su último novio la dejó por eso ¿felizmente yo no soy así no? – no- Ya pero escúchame, entonces J le dijo a X…” Luego de media hora de cuento te ha exigido que la escuches como 10 veces y lo más probable es que no haya llegado a lo que quería decir.
Sé que nos distraemos con facilidad por cualquier tontería pero ustedes señoritas influyen en que eso pase.
“Como que”. Es como que esta frase se le ha pegado a varios, me incluyo en la lista, como que no te das cuenta de que ya la estás usando ¿De dónde salió y para qué sirve? Ni idea, me he puesto a pensar y no le encuentro la utilidad. Es como que algo pero al final simplemente es, quizás es una representación del dilema shakesperiano “ser o no ser”, pero para no afirmar completamente que algo ES decimos que es parecido (como que es). Si el trabalenguas les pareció difícil, imaginen mi cabeza cada vez que analizo esto al vuelo.
Como que cansa un poco, pero para evitar el cansancio mental mejor la utilizo sin pensar y listo. Lo que sí es cierto es que te da tiempo para pensar tus próximas palabras, quizás esa es su utilidad, dar un respiro al cerebro, decir algo que no significa nada para luego rematar con una idea relevante, una muletilla más fina que suena bonito. Como que encontré la respuesta.
“Ya fue”. Lo que no logro determinar es a dónde fue, pero de que se fue, se fue. Decir esto implica que te olvides del asunto, que le eches tierrita y que no lo vuelvas a mencionar, ni siquiera te atrevas a pensarlo. Por supuesto que hay cosas más complicadas para olvidar que otras, pero si alguien te lo dice deberías intentarlo.
A veces es bueno complementar con un “supera”, la acción de superar anima a la otra persona a pasar sobre lo que “ya fue”, cuestión que en realidad no se había ido del todo. La frasesita también sirve para hacerte notar que lo que hiciste en realidad no era tan importante como pensabas. Por ejemplo, “broder, la pichanga ya fue, entendí que metiste 5 goles pero eso fue hace tres meses, dedícate a pasar tus cursos, no vas a volver a hacer 5 goles porque no jugarás contra los amiguitos de tu hermano de nuevo, olvídate, ya fue”.
Cuando te deja tu novio, novia, esposo, trampa, etc, te suelen decir “ya fue”, si te quieres hacer el machito superado también sirve. “¿Oe y tu flaca? – tssss ¿esa ona? Ya fue, toy gileando a otra ona más rica que tiene un tubazo…”. No pregunten qué significa lo del tubazo porque yo tampoco logro determinarlo exactamente.
Y como no se me ocurren más frases por ahora, este post ya fue. Le pueden echar tierrita.