domingo, 10 de octubre de 2010

Los peruanos no tenemos memoria I

Me han dicho que estoy hecho un pancito dulce, una masita blanda, que soy miel de chancaca derretida, que ya no critico nada ni a nadie. Se equivocan, mi hígado sigue acá macerándose, no es que faltara inspiración, solo que sobraba moderación.

Ya me había olvidado de una característica muy propia de los peruanos, y esa afirmación tiene sentido, nosotros tenemos muy poca capacidad memorística, al menos para eventos significativos como llevar a un corrupto al poder o seguir mirando el mismo burdo programa plagado en escándalos falsos en la TV.

¿Recuerdan a aquel tipo que nos dejó con la inflación mundial record? Pero claro que sí, aquel que nos sumió en una profunda crisis económica y social en los 80, ese que era flaquito y ahora está barrigón ¡Exacto! La papada más grande del Perú, nuestro queridísimo presidente Alan García Pérez (alias caballo loco). Siempre me pregunto si esto hubiera ocurrido en algún país desarrollado, ni siquiera el caso de Bush y su reelección fue tan patético, en realidad creo que ni en Sudán pasaría (que me corrijan si me equivoco). Volver a elegir al mismo personaje que nos dejó en la banca rota, aquel que nos alimentó con leche Enci e hizo del terrorismo nuestra peor pesadilla es algo incoherente, cosas que solo pasan en nuestro país.

Y lo peor de todo es que lo logró pasando por encima a buenos candidatos, pero como en el Perú nos encanta la cochinada, tuvimos que levantar a un “outsider”, a alguien que estuviera muy por debajo del promedio pero que le ponga salsa a las elecciones. En el 2006 fue Ollanta Humala el encargado de llevar la batuta de “candidato del pueblo”, pero nadie se acordaba de cómo es que este “personaje” se hizo conocido ¿les suena la rebelión militar de Locumba? Un comandante del ejército que se llevó a unos 60 soldados en un camión y los perdió por la sierra de Arequipa en el año 2000, él decía que se estaba levantando en armas en contra del corrupto gobierno de entonces (Fujimori y su prole), coincidentemente el mismo 29 de octubre Vladimiro Montesinos salía en su velero (bien veraniego él) fuera del país.

Para que sepan mis estimados, un levantamiento armado por parte del ejército no se hace con 60 hombres. Normalmente lo hace un oficial de alto rango, no un mando medio con su hermano (el cual ya no pertenecía al ejército). Los soldados que estaban trepados en el camión no tenían ni idea de que el anormal ese estaba haciendo una “rebelión”, ellos solo seguían órdenes de un loco que los levanta en la madrugada y les dice que se alisten. Se armó todo un show digno de película gringa con persecución y todo, mientras mi querido Vladi chapaba sus maletas y zarpaba a unas merecidas vacaciones por ser tan buen director de teatro. Años después Montesinos diría que en verdad todo estaba preparado para que esto sucediera y que Ollanta era parte del sórdido plan. Pero acá en el Perú NADIE recuerda esas cosas, para qué, si ya habían pasado varios años, hasta casi lo hacen héroe.

Humala debió ser procesado y juzgado por el delito de traición a la patria, a que tampoco recuerdan esa, pero el “gran” presidente Paniagua lo perdonó y lo mandó premiado como agregado militar en Francia y Korea ¡Un pobre diablo que nunca hizo méritos en su carrera vivió con un rico sueldo en el extranjero para volver como candidato presidencial! Seguro algunos levantarán su voz de protesta en contra mía por referirme a Paniagua, claro, no hay muerto malo, pero recuerden que no solo perdonó a Ollanta, varios procesados por terrorismo fueron saliendo a partir de su gobierno, además de una cosita, para aquellos que lo consideran un “gran” presidente, en un año de gestión no hay mucho que pueda haber hecho como para ponerlo en andas.

Regresemos al tema de los terroristas ¿por qué sacamos a tantos de la cárcel? Según algunos “ya cumplieron su condena”. Una cosa es cumplir una condena por robo agravado, estafa, o qué sé yo, y otra cosa es cumplir una condena por asesinar gente y sembrar el terror cobardemente. Puedo ser el único que piense así, pero yo no les perdono nada, lo de “perdonar es humano” no se aplica a seres que de “humanos” no tienen nada. Se perdonan los errores pero no la crueldad y esa maldad incomprensible ¿Pero de dónde surgen estos guerrilleros sin causa? De una ideología comunista, una rara mezcla entre defensores de los derechos del proletariado y de agricultores de países muy distintos. Era tal la mezcla que el Partido Comunista Sendero Luminoso seguía la siguiente línea: Marxismo-Maoísmo-Leninismo-Pensamiento Gonzalo. ¿Qué carajos significaba eso? Que tenían un mix bravo de tonterías en la cabeza y que utilizaban cualquier excusa para justificar sus despreciables actos.

¡Pero nadie recuerda eso! Tanto miembros de Sendero Luminoso como del MRTA siguen siendo liberados, se les pensaba hasta pagar una “deuda” que el Estado tenía con ellos, todo gracias a gestiones de lindas ONGs que trabajan en pro de los Derechos Humanos, claro en pro de los derechos de ellos pero no de 28 millones de peruanos. Estos “caviares”, izquierdistas por cierto, siempre tienen las mejores intenciones: igualdad para todos, no abuso al más débil, respeto a las comunidades, entre otros. Eso lo defienden desde lindos cafés a donde van a debatir sus ideas, otros azuzan poblaciones para que bloqueen carreteras evitando así la inversión privada y dando argumentos tontos para que no suceda, y otros participando en la política, como el MNI, partido que forma parte de Fuerza Social, alianza con la que postuló Susana Villarán en las últimas elecciones municipales de Lima.

“Que Susana es honesta, que ella no es corrupta, que es buena”. ¿Quién diablos de todos los que tienen estos argumentos la conoce? El peruano olvida rápido insisto. Me dicen que no debo ser intolerante, que hay que darles una oportunidad, y yo respondo que está bien, que los izquierdistas se dediquen a sus cosas pero que no pretendan manejar al país, porque siempre, siempre la cagan. Estamos en tiempos de tecnócratas, no de idealistas que no aterrizan sus ideas, ni de revolucionarios sin causa, no creo que los jóvenes de ahora tengamos tan poca creatividad que no podamos crear nuestras propias ideologías y estemos siguiendo paradigmas antiguos fuera de contexto.

Y apuesto que tampoco recordaban que hablo de política y me quejo como todos. Continuará con cosas más graciosas el próximo post.

martes, 5 de octubre de 2010

Niña Chay


Es una de las canciones andinas más interesantes y bonitas que he escuchado, una amiga me pasó el dato, una amiga que compartía esa nostalgia por recobrar las raíces, esa pasión por la cultura del ande, la cultura serrana, el amor por nuestros paisajes y expresiones, no solo apreciaba la música, también la comida, el arte, y sobre todo a la gente.

Yo la conocí en clase de psicología, cuestión paradójica puesto que ambos necesitábamos algún tipo de ayuda profesional en ese sentido, ella por ser una histérica obsesiva, y yo porque… soy yo. Ya usaba en ese tiempo sus miles de cosas sujetas a sus manos, entre anillos y pulseras que yo sigo convencido de que le pesaban.

El punto de coincidencia entre ambos fue nuestro pasado escolar, claro, una ex alumna más del Pedro Ruiz, aunque patinó un poco cuando empezó a preguntarme por gente que conocía, descubrí que su pasión no solo era por el colegio, sino por todo el mundo militar en sí, y me quedó bien en claro cuando empezó a hablar de su papá y de lo demás “comandos” del Perú. Ella misma había estado en la Escuela de Oficiales, había sido cadete y eso me parecía alucinante, no todos los días puedes conocer a mujeres que han pasado por ahí, enamorada del uniforme y creo que también de algunos uniformados.

Al igual que yo, ella vivía en la villa, entonces encontrarnos en la combi al regresar de la universidad era común, aunque yo a veces evitara el contacto humano porque simplemente quería viajar solo y perderme en mi cabeza, ella me reconocía de lejos, armaba un alboroto y prácticamente me obligaba a conversar. Le agradezco los interminables debates sobre la moral con posiciones muy distintas, ella más castrense y conservadora, yo apelando a la libertad de la que gozamos, pero esos conceptos servían para enriquecer nuestros argumentos, y quizás, solo quizás, ceder un poco. Siempre le decía que ella no tenía pinta de comunicadora, ni a balas, pero no dudo que era buena en lo que hacía, aunque exageraba de empeñosa (histérica, loca, obsesiva).

Entonces William Luna escribió la canción para ella (según ella misma) y Niña Chay la cantaba a voz en cuello, así como cantaba tantas otras cosas y algunas romanticonas que yo detesto. Me acompañó un par de veces a fumar un pucho cuando fumaba, y alguna otra vez llevamos a cabo nuestro plan de volver a “chupar” en un parque de la villa, claro que un six pack no es la gran cosa pero algo es algo. Me sigo riendo del día que descubrí su cara en los carteles "publicitarios" del colegio, no pudo engañarme con el floro de que "es alguien parecida", y ahí no terminaba su figuretismo, también apareció en flyers de la universidad !posera!

Se embriagó mal en un almuerzo de la facultad y se colgaba de mi cuello para no caerse, extrañamente yo estaba sobrio y le decía que se pare, lo peor de todo es que me tenía que ir temprano y ella me obligó a caminar por todo Barranco. Mil veces planeamos ir a una fiesta chicha o a un concierto de música folklórica, me he quedado picón porque hasta ahora nada.

La última vez que te vi estabas demasiado feliz con tu nuevo trabajo, me contaste que te iban a operar de los pies porque no aguantaban tu peso (o algo así, mi memoria es leve) y yo te pedí que no me sigas contando porque eso duele, me dijiste algo sobre el gimnasio pero no recuerdo qué, mencionaste también la titulación, que por cierto logré (lo más seguro es que tú también lo habrías hecho) , nos despedimos como siempre, con la certeza de que nos íbamos a volver a ver para que reniegues con mi “relajado” y yo te acuse de histérica.

Como amaba Huaraz y lo extrañaba sin ocultarlo, siempre tenía contacto con su gente de por allá, hace unos meses la invitaron a un fiesta, según me dijeron saltaba de alegría, disfrutar de nuestras provincias es algo indescriptible que ella sabía valorar. Qué lindo es ir a morir al un lugar que tanto quieres, pero ¿no era muy pronto Camu? Sí, entiendo que los accidentes no se pueden evitar y que a veces pasa pues. Pero esto de vivir no estaba tan aburrido te diré, de hecho creo que te hubiera gustado estar por acá más tiempo, y muchos de nosotros también te hubiéramos querido tener cerca.

No miré el ataúd porque sabes que no me gusta, no fui al entierro porque me parece un ambiente muy cargado y triste, no lloré porque no es mi forma de expresar tristeza, pero sí me dio mucha pena saber que ya no estaría más una amiga. Sé que leías mi blog y hasta comentaste un par de veces, y ahora estarías pensando “qué imbécil eres” en buen karma, como me dijiste tantas veces tratando de acusarme de machista. Con esto me despido porque me gusta cerrar las cosas, te dejo descansar porque todos nos merecemos descansar de vez en cuando, pero prometo acordarme de ti cada vez que escuche Niña Chay.

No sé si es tu forma de decir “chau”, pero me acaba de llegar un correo de Camu Fernández a la 1:14 am, que es la hora en la que terminaba de escribir este post, con el título de “its been son long”, es lógicamente un virus malévolo que ocupó tu lugar en la red, pero que de vez en cuando se le ocurre hacernos pensar que sigues por ahí. Y si es alguna forma de recriminar mi demora para escribir ya sabes cómo te voy a responder jaja.