lunes, 20 de agosto de 2007

Dios y sus paradojas


¿Se acuerdan de la leyenda del Señor de los Milagros? Esa pared que sirvió de lienzo a un esclavo moreno que, igual que muchos “santos” católicos, tenía poderes sobrenaturales como escuchar música celestial o no ser comido por los gusanos una vez muerto. Dicho muro quedó intacto a pesar de que tres devastadores terremotos (1655, 1687, 1746) derribaran las capillas que lo acogían para luego construirle una propia. Menudo milagrito para un Dios todo poderoso que no pudo hacer lo mismo esta vez por varios fieles dentro de su templo, la casa del altísimo les cayó con todo dejando solo en pie el altar mayor y la fachada.
Es una desgracia que vayas a pedir (incluso agradecer) salud o cualquier tipo de bienestar para salir, en el mejor de los casos, golpeado. No es el único edificio religioso destrozado, en total fueron 8 iglesias caídas sin contar la Catedral de Paracas que no soportó la vibraciones y ahora está convertida en poco menos que una capilla casera, nos quedamos de paso sin un gran foco de turismo y sin templo para los lobos marinos (los cuales, “gracias a Dios”, no acudieron a misa). El Señor no tuvo piedad con su infraestructura y menos con sus fieles ¿Qué le costaba hacerse un milagrito esta vez? Si ya no le gustaban sus “casas” podía vender esas y comprar otras con el programa Mivivienda, pero no esperar que la gente vaya a celebrar al “santito” para aparecer como loco y tumbarse todo lo que encontraba.
Dios y sus paradojas. Fuera de bromas no es culpa de Él, tampoco mía; es culpa de Alan García por volver a ser presidente, ya ni su propia tierra lo quiere. Los desastres naturales son así, imprevistos y “desastrosos” sino su nombre sería un gasto de saliva tremendo como el gasto de espacio que tiene este artículo, felizmente es gratis.
Duelen y mucho, las iglesias tenían como 200 años de antigüedad (no exagero) y eran preciosas, tuve la suerte de conocer un par; al pequeño rescatado de los escombros tras cinco horas bajo el cuerpo inerte de su padre le va a doler más cuando tenga conciencia de lo que significó el terremoto para su familia; al cura le va a doler todo el cuerpo por que está bien golpeado, luego de eso le va a doler haber perdido tantos católicos de un solo porrazo; al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo le va a doler cambiar el circuito turístico por perder tantos lugares de atracción, hubiéramos tenido un “altar de los milagros” si al tratar de alzarlo con la grúa no se soltaba la figura principal y se hacía añicos, habría salido en procesión cada 15 de Agosto además de resolver el problema de del Ministerio.
Algunas cosas positivas dentro de todo lo negativo, el peruano es solidario ¡por fin! El accionar fue inmediato en cuanto a apoyo para los damnificados e incluso se abarrotaron los centros de donación de sangre ¿alguien más cree que ya somos completamente peruanos? Al decir eso me refiero a que ya hay una identidad nacional fuerte en muchos de nosotros, no solo Lima, también provincias, o en todo caso somos más poseros que antes. Sigue ayudando, no posando, y sigue rezando… pero fuera de la iglesia, no vaya a ser que te caiga algo.

PD: no es mi intención burlarme de la fe ni plantear que Dios es malo o algo parecido, solo me pareció un tanto curioso lo mal que trató el terremoto a la fiesta católica de ese momento.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

hahahaha el galan garcia
esta q la ve verde no, no!
NEGRAAAA !


ya leiii espesaso!

entra a mi bloggy

Hayleena dijo...

Seguramente Dios no tiene la culpa, es una desgracia lo que ha pasado, ahora solo queda ayudar

Cynthia Obando dijo...

Demasiado sarcástico al principio y como q afecta la parte q t refieres a Dios pero tu nota final lo aclara!! De ahi n omas criticas x ahora XD

Ben Solís dijo...

Nada en esta vida es casualidad. De hecho, hay que considerar que si las iglesias CATÓLICAS, y no las de otras religiones, se derrumbaron no es porque Dios esté mandando un castigo o cosas por el estilo, mas bien hay que ser racional y pensar qe las iglesias católicas son las más antiguas y con sus siglos de existencia y el material no noble con el que estaban construidas, no pudieron resistir un sismo cuyo epicentro estaba tan cerca. Simple.

BEN
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